viernes, 12 de abril de 2019

El viaje de Skrik

¡Bienvenido lectores! 

No me he podido resistir más y aquí os traigo mi cuento sobre concienciación ambiental. Para escribirlo, escogí dos obras: una de Chillida y otra de Munch. 

Espero que disfrutéis con su lectura: 

"Skrik , un pequeño marcianito con muchas ganas de viajar,  llegó a la Tierra un martes por la noche. Era invierno, pero no lo parecía. Hacía mucho calor y se podía estar sin abrigo. El extraterrestre encontró en un tendedero algo de ropa para camuflarse y comenzó su aventura.
El pequeño marciano siempre había tenido gran ilusión por llegar a este planeta. Desde Saturno se veía precioso: todo azul y verde.

Poco a poco comenzó a conocer a los habitantes de ese planeta tan maravilloso. Pronto, se hizo amigo de Afra, un delfín que vivía en el mar, cerca de donde aterrizó. Ella le contó su historia: de pequeña su padre había muerto a causa de los plásticos que acababan en el mar. Y su madre fue la encargada de criarla junto con sus hermanos, intentando no tener el mismo destino que su padre.



Skirk no podía creerlo, pero al pasar el tiempo, se sorprendió de la actitud de algunos seres vivos que encontraba en su camino: algunos tiraban papeles y latas al suelo, habiendo una papelera a escasos metros; otros iban en coche a todos los sitios, por muy cerca que estuvieran (con el buen tiempo que hacía…); algunos tenían las luces de casa todo el día encendidas o gastaban más agua de la necesaria; otros juntaban toda la basura que acumulaban en la misma bolsa y la tiraban en el mismo contenedor y eso que había de tres colores diferentes.

El visitante no podía creer aquella situación. Con lo bonito que era todo desde fuera… y lo estaban estropeando sin darse cuenta (o sin querer darse cuenta).
Llegada la primavera, el pequeño marciano decidió coger su nave y marcharse de la Tierra (un poco decepcionado) de regreso a su planeta. Después de despedir a Afra se marchó.

Y pasaron los años y Skrik se hizo mayor. Y un día, por casualidad, miró al cielo y no vio lo que buscaba: la Tierra hacía desaparecido. ¿Qué habría pasado con ella? ¿Qué habría pasado con todos sus habitantes? ¿Y qué habría sido de Afra?
Después de tantos años y de la terrible contaminación que hubo, la Tierra había dejado de ser un planeta. Todos sus recursos se habían agotado y no quedaba nadie allí. Muchos seres vivos tuvieron que emigrar a Marte. Finalmente, la Tierra se había convertido en el vertedero del resto de planetas, lleno de basuras y desperdicios que habían cambiado el verde y el azul por negro.

Desgraciadamente ocurrió lo que Skrik temía desde que visitó el planeta: por el egoísmo y la falta de educación, los humanos habían acabado con lo más bonito que les había dado la vida: un lugar donde vivir."

Puede ser que los nombres que veáis os parezcan un poco raros, pero siempre hay un por qué detrás, no os preocupéis😉
Como os decía, el nombre de Skrik es el nombre original en noruego de El grito, la famosísima obra de Munch y en la que me he basado para escribir este pequeño cuento.
Afra es un nombre hebreo que significa color de la tierra, ya que la historia gira entorno a nuestro planeta.
Por otra parte, al final de mi cuento, hablo de "el vertedero del resto de plantas". Con esto, hago referencia a la otra obra en la que me basé, Elogio del horizonte, de Chillida, ya que puede recordar a una papelera gigante.

Espero que os haya encantado este pequeño cuento. ¡Un saludo! 


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